Factores internos y externos que favorecen el desarrollo de conductas criminales
Factores biológicos. De acuerdo a estudios realizados en la actualidad (Huertas-Díaz, 2011), refieren que la conducta humana constituye un fenómeno multifactorial determinado tanto por la interaccion como por particularidades biológicas de nuestra especie que llamaremos carácter, gobernado por el aspecto biológico pero influenciado por el entorno (Maturana & Varela, 2012), se ha encontrado que un factor de riesgo latente son los daños cerebrales adquiridos durante la gestación o durante la vida extrauterina (Araya & Crespo, 2016), el uso de medicamentos, enfermedades adquiridas o congénitas de la pareja con la que se viva (Sotomayor, 2017), de igual forma, las evaluaciones neuropsicológicas demuestran que los niños y adolescentes con trastornos de la conducta parecen tener afectado el lóbulo frontal del cerebro, lo cual interfiere con su capacidad para planificar, evitar los riesgos y aprender de sus experiencias negativas (Salazar, Ñustes & Ramirez, 2012).
Factores sociales. Tarín & Navarro (2006), describen que estar expuestos a espacios donde se observen conductas delictivas, puede ser un factor social de riesgo en el desarrollo de la conducta criminal, junto con factores socioculturales, ambientales y espacio-temporales (Shlafer, 2010), influencia de los pares, desde el ámbito familiar quiénes establecen la dinámica en el núcleo y forman parte en el conjunto de normas y pautas de crianza (Borre & Kliewer, 2010), permisividad y falta de vigilancia de las actividades de los hijos (Pineda & Díaz, 2015), consumo por parte de los padres y la dependencia a diversas drogas, elevan el riesgo de que el adolescente presente una amplia gama de tendencias psicopatológicas Marmorstein, Iacono, McGue, (2009) influencia e imitación de los padres. Las relaciones con sus padres y hermanos son las primeras vinculaciones del niño con la sociedad (Zambrano- Lizama 2015), realizando en ellas la primera y fundamental formación para la vida social. Esto indica que las condiciones generales del sistema social y del individuo en formación siempre está la familia (Capano & Ubach, 2013), como parte de un transmisor de influencia, formando parte del proceso de identidad del sujeto. La familia del criminal tiene características particulares que es necesario entender las pautas de crianza, técnicas de educación, disciplina laxa y errática (Quiroga, 2013). De esta forma las pautas de crianza están relacionadas con la formación del criminal, he aquí el alto riesgo criminógeno o pautas de crianza psico sociópatas, conformadas por técnicas de educación, haciendo énfasis en figuras de autoridad, para obtener obediencia (Schaffer, Clark & Jeglic, 2009), así mismo los castigos lesivos como leños, cables, machetes, intento de ahogamiento, planazos, aislamiento del niño en la oscuridad y desnudo atado a un árbol, consistiendo en la incoherencia entre lo que dice, exige y hacen los padres, falta de regularidad observado a través de tratos diferenciales y la estimulación agresiva fuera del hogar, entre otros se encuentra: poco interés y atención por sus hijos, divorcio, alcoholismo, drogas o antecedentes familiares con tradiciones delictivas. Por ello se asume que la conducta criminal se facilita a partir de la adquisición de actitudes y normas convenientes para la vida social producto de déficits inadecuados con el aprendizaje. Otro aspecto importante es la relación entorno-individuo, es decir que la convivencia social con pares constituya des favorecimiento en los factores protectores, implicando una alta probabilidad de fracaso escolar temprano y fracaso laboral, frecuentemente acompañadosde drogadicción, alcoholismo, puesto que el adolescente por sus amistades y frustraciones encuentra en estas sustancias satisfacción. Las constituciones del sujeto del crimen son relevantes del condicionamiento de la probabilidad con que se realicen sus comportamientos criminales.
Factores de personalidad. relacionado con el componente psicológico, García & Armas (2009), mencionan que la conducta criminal puede darse por falta de concentración, escaso autocontrol, hiperactividad, baja tolerancia a la crítica y a la frustración, nivel de inteligencia bajo e impulsividad, falta de empatía (ArocaMontolío, Lorenzo-Moledo & Miró-Pérez, 2010). Los estudios proponen una formulación nueva de la psicología evolutiva (Bosick, Bersani, & Farrington, 2015) acerca de las interacciones persona-situación, que se resuelve de dos maneras: una, en que las variables de la persona, a través de los procesos de selección, evocación y manipulación, hacen explotar de forma no aleatoria los episodios y problemas de adaptación, y la otra, en que las diferencias individuales intervienen en las estrategias desplegadas hacia la solución de los problemas de adaptación (Morizot, 2015). En consecuencia, los humanos han desarrollado mecanismos psicológicos que son muy sensibles a las señales que indican la presencia de cada problema de adaptación. (Cónfer, 2010).
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